Aunque cuidar nuestros dientes es algo que no debemos descuidar en ningún momento del año, lo cierto es que cuando llega el verano debemos extremar las precauciones, pues los exponemos a bebidas frías, helados, aire frío… y todo esto hace que aumente la hipersensibilidad dental.
La hipersensibilidad dental provoca un dolor agudo en los dientes, que cesa en cuanto el estímulo externo desaparece. Para entender por qué tenemos los dientes sensibles, conviene saber que el diente consta de tres capas: la más externa es el esmalte, y la interna, donde están las terminaciones nerviosas, la pulpa. Entre ellas está la dentina, atravesada por pequeños conductos que comunican las dos capas entre sí.
El esmalte se encuentra en un proceso de remodelación constante, desmineralizándose y remineralizándose. Mientras estos dos procesos se encuentran en equilibrio no hay problema, pero cuando el primero toma la delantera, comienza un proceso de desgaste que expone al exterior la dentina, zona del diente en la que se produce la estimulación del nervio. Por tanto, en verano la hipersensibilidad aparece cuando los estímulos externos como el calor, los alimentos ácidos, las bebidas gaseosas y/o frías llegan hasta el nervio del diente a través de los túbulos microscópicos que se encuentran en la dentina.
Para evitar esta molesta sensación, te damos algunos consejos muy fáciles de seguir.
Consejos: Vitaldent