En primer lugar deberemos retirar de la pared todo aquello que nos sea posible. Apliques de luz, barras de cortinas, estantes, repisas… y deberemos aislar en caso de que existan, los cables que surjan al retirar los apliques de luz.
Deberemos proteger los marcos de los enchufes e interruptores. Algunos modelos permiten retirar con facilidad el embellecedor, pero si no es así, deberemos cubrir todos los bordes con cinta de pintor.
Cualquier clavo, taco o alcayata, también deberá ser extraído antes de comenzar la tarea de pintar. A partir de aquí y antes de comenzar a aplicar el color final, deberemos reparar las probables imperfecciones de la pared.